Yo no tengo criterio sobre la jornada contínua. Tampoco lo tenía cuando era padre de alumnas en edad escolar. Como padre y como maestro he estado y estoy dispuesto a adaptarme a la jornada que más beneficie a la educanda. Pero, esa es la cuestión: ¿cuál es el mejor tipo de jornada? Yo no tengo ni idea, y me parece que los técnicos (psicólogas y pedagogos) tampoco lo tienen muy claro, se dejan llevar por modas y ocurrencias. Lo que sí me parece es que en estos tiempos de ruina en que vivimos, desgraciadamente este asunto y otros como el informe PISA, las ratios, la formación del profesorado, la aplicación de las nuevas tecnologías, etc. han dejado de ser prioritarios. VIVIMOS EN TIEMPOS DE SUPERVIVENCIA. Y encima ahora tenemos que aguantar a una consellera que no se entera y no para de hacer el ridículo con sus contínuas ocurrencias y su desbordante locuacidad.
Pepe comparto totalmente tu opinión, con respecto a lo de la jornada continua y más. Yo antes estaba totalmente a favor de la jornada continua, cuando Isabel y Juan estaban en infantil, porque veía que las tardes no las aprovechaban en absoluto y que acababan muy cansados. De hecho, todavía lo sigo pensando, al menos en esa etapa. Por otra parte, veo que se pasan desde las 12.30 hasta las 15.00 (2 horas y media en el colegio como guardería) para una hora y media de clase por la tarde. Por esa parte pienso que no vale la pena; pero hay gente que dice que la jornada intensiva y el comer tan tarde los niños tampoco es bueno. De esta alternativa, a la cual parece que dan luz verde, no puedo ser muy objetiva porque no he visto el cansancio y el comportamiento en mis hijos. Igual al probar diría que mucho peor, pero realmente no lo se porque no hemos probado. Si vale la pena probar o no, no lo sé tampoco. En fin, de todas formas, como tú dices, son oscuras razones del porque ahora esto o lo otro, porque nos conceden o nos quitan de aquí o de allá. Lo más triste es que si permiten la elección de jornada no será porque los políticos hayan comprobado que es mejor para los niños. Así de triste
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Yo no tengo criterio sobre la jornada contínua. Tampoco lo tenía cuando era padre de alumnas en edad escolar. Como padre y como maestro he estado y estoy dispuesto a adaptarme a la jornada que más beneficie a la educanda. Pero, esa es la cuestión: ¿cuál es el mejor tipo de jornada? Yo no tengo ni idea, y me parece que los técnicos (psicólogas y pedagogos) tampoco lo tienen muy claro, se dejan llevar por modas y ocurrencias.
Lo que sí me parece es que en estos tiempos de ruina en que vivimos, desgraciadamente este asunto y otros como el informe PISA, las ratios, la formación del profesorado, la aplicación de las nuevas tecnologías, etc. han dejado de ser prioritarios. VIVIMOS EN TIEMPOS DE SUPERVIVENCIA. Y encima ahora tenemos que aguantar a una consellera que no se entera y no para de hacer el ridículo con sus contínuas ocurrencias y su desbordante locuacidad.
Pepe comparto totalmente tu opinión, con respecto a lo de la jornada continua y más. Yo antes estaba totalmente a favor de la jornada continua, cuando Isabel y Juan estaban en infantil, porque veía que las tardes no las aprovechaban en absoluto y que acababan muy cansados. De hecho, todavía lo sigo pensando, al menos en esa etapa. Por otra parte, veo que se pasan desde las 12.30 hasta las 15.00 (2 horas y media en el colegio como guardería) para una hora y media de clase por la tarde. Por esa parte pienso que no vale la pena; pero hay gente que dice que la jornada intensiva y el comer tan tarde los niños tampoco es bueno. De esta alternativa, a la cual parece que dan luz verde, no puedo ser muy objetiva porque no he visto el cansancio y el comportamiento en mis hijos. Igual al probar diría que mucho peor, pero realmente no lo se porque no hemos probado. Si vale la pena probar o no, no lo sé tampoco. En fin, de todas formas, como tú dices, son oscuras razones del porque ahora esto o lo otro, porque nos conceden o nos quitan de aquí o de allá. Lo más triste es que si permiten la elección de jornada no será porque los políticos hayan comprobado que es mejor para los niños. Así de triste
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